Al parecer tenemos una tendencia natural para darle a cada día su afán, su fiesta o su sentido, desde los 20 signos del tiempo mexica, cada uno dedicado a una deidad, el lagarto, el águila, el jaguar, el venado, el conejo, la serpiente, la flor, el agua, el viento, la lluvia, la muerte… Hasta en los tiempos romanos, la nominación de los días está dedicada a un astro / divinidad; el lunes es el día de la luna, el martes el día de Marte, el miércoles por Mercurio, el jueves de Júpiter, el viernes es para Venus, el sábado, Saturno y el domingo es el día del sol.
La iglesia católica no quiso ser menos y desde la llegada del imperio romano y su calendario juliano que cada día celebra un santo, una santa, un beato, una beata, también vírgenes y figuras varias, que reflejan rasgos de nuestra terrenas y celestiales cotidianidades, por ejemplo el 1° de mayo celebra a San José Obrero, patrono de les trabajadores, mientras el 8 celebra a la señora de Luján, patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay y el 15 alaba a San Isidro labrador, haz que caiga la lluvia y se esconda el sol.
A finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, en el que las iglesias revelan su carácter de asociación criminal, (aunque en el sur global ya lo sabíamos desde la Inquisición y la Conquista), la celebración de los días ha recaído en el comercio que le cede algunos días a organizaciones internacionales, así tenemos el día de la madre, de la mujer, del padre, del niño, del autismo, del amor, del Museo, del combatiente, del veterano y así 354 cosas más elegidas según la efeméride diaria más representativa y destacada.
Esta es la tarjetita de programación de los valores que la sociedad post Industrial quiere rescatar para sentar nuestro marco de referencias culturales. Nos gusta tener constantes motivos para celebrar, pero lo cierto es que esto del “día de …” ya colma nuestra paciencia no tanto por la imposición de una motivación diaria, sino por su exasperante uso comercial. Además, hay circunstancias que deben ser celebradas siempre, la maternidad, la paternidad, la infancia, la vejez, la música, el arte, el cine, el jazz, los libros. Elementos esenciales para la cultura reflexiva e inspirada, conectada, que queremos cultivar, aquel cultivo que nos alimentará para evitar la extinción y disfrutar un tiempo más de estos tan exquisitos placeres y manjares terrenales.
La cultura, el cultivo, se ha vuelto un lujo, un privilegio, una desafiante y cara rebeldía, que el statu quo resuelve fácilmente, cediendo, un día de tantos, para apaciguar esos anhelos. Nos gusta celebrar la vida en su sentido primordial; porque aunque no haya libros siempre hay forma de plasmar las ideas en la piedra, en la arena, en el aire o en la tela; porque aunque no haya música ni discos ni reproductores accesibles, siempre tendremos la melodía del viento, el canto de los pájaros, los ritmos del agua, los susurros de la nieve; aunque no haya cine vivimos las mejores historias y aventuras cada mañana al abrir nuestros ojos.
Pero bueno ya nos convencieron celebramos la vida y los libros y a los trabajadores siempre Y de paso llame ya, compre un libro y comparta amor.
Apparently we have a natural tendency to give every day its desire, its celebration or its meaning, from the 20 Mexica time signs, each one dedicated to a deity: the lizard, the eagle, the jaguar, the deer, the rabbit, the snake, the flower, the water, the wind, the rain, death… Even in Roman times, the naming of the days is dedicated to a star/divinity; Monday is the day of the moon, Tuesday is the day of Týr, Wednesday is Odin/Woden, Thursday is Thor, Friday is for Freya, Saturday is Saturn, and Sunday is the day of the Sun.
The Catholic Church did not want to be less and since the arrival of the Roman Empire and its Julian calendar, celebrates every day a saint, a blessed, also virgins and various figures, which reflect features of our earthly and heavenly daily lives, For example, May 1 celebrates San José Obrero, patron saint of workers, while May 8 celebrates Luján’s Virgin, patron saint of Argentina, Uruguay and Paraguay, and May 15 praises San Isidro farmer, let the rain fall while the sun cover up.
At the end of the 20th century and the beginning of the 21st century, in which the churches reveal their real character as a criminal association, (although in the global south we already knew it since the Inquisition and the Conquest), the celebration of the days has fallen to commerce which gives some days to international organizations, so we have Mother’s Day, Women’s Day, Father’s Day, Child’s Day, Autism Day, Love Day, Museum Day, Combatant’s Day, Veteran’s Day, and so on, 354 more things chosen according to the most representative and prominent event of the day.
This is the programming card of the values that the post-Industrial society wants to rescue to establish our framework of cultural references. We like to have constant reasons to celebrate, but the truth is that this «day of…» already fills up our patience, not so much because of the imposition of a daily motivation, but because of its exasperating commercial use. In addition, there are circumstances that should always be celebrated: motherhood, fatherhood, childhood, old age, music, art, cinema, jazz, books. Essential elements for the thoughtful and inspired, connected culture that we want to cultivate, that crop that will feed us to avoid extinction and still enjoy these exquisite pleasures and earthly delicacies for a while longer.
Culture, cultivation, has become a luxury, a privilege, a defiant and expensive rebellion, which the status quo easily resolves, giving in, one day out of many, to appease those desires. We like to celebrate life in its primordial sense; because although there are no books, there is always a way to capture ideas on stone, in sand, in the air or on cloth; because although there is no music or records or accessible players, we will always have the melody of the wind, the song of the birds, the rhythms of the water, the whispers of the snow; Although there is no cinema, we live the best stories and adventures every morning when we open our eyes.
But hey, they already convinced us, we celebrate life and books and workers always… And, by the way, call now, buy a book and share our love.
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